Nutrición, sistema digestivo e infecciones víricas (Pt.2)

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Estrategias para apoyar el sistema inmunológico (Pt.2)

Cuando ocurre una infección o lesión, el cuerpo humano responde mediante un fenómeno llamado inflamación. La inflamación no es mas que la respuesta inicial del sistema inmunológico, se produce una redirección de los recursos del sistema inmunológico hacia la zona infectada o lesionada; dicho mecanismo permite un aumento de la permeabilidad de los capilares, la llegada de más sangre y de fagocitos (células que forman parte de la inmunidad innata) para empezar a ‘luchar’ e impedir la propagación de la infección. A veces los fagocitos no son capaces de identificar y destruir todo el material extraño invasor y es cuando entran en acción los linfocitos B (fabricando anticuerpos contra el material extraño) y los linfocitos T; ambos forman parte de la inmunidad adaptativa. Una segunda fase inflamatoria permite regenerar y eliminar los residuos generados en pocos días, cuando esta inflamación se extiende en el tiempo, es decir se cronifica; deja de tener un efecto reparador y se vuelve destructiva; de aquí la importancia de tener bajo control la inflamación.

Por ahora, no se han estudiado nutrientes o combinaciones específicas de éstos para contrarrestar los efectos del COVID-19, pero sí existen sustancias que han demostrado ser efectivas en el tratamiento del resfriado común, gripe y otras infecciones del tracto respiratorio. Sí está demostrado científicamente la contaminación vírica debido a la ingesta de productos de origen animal contaminado por un virus (1) o por contaminación fecal de alimentos durante su procesado debido a una mala higiene (2). En cambio, por ahora no se conoce ningún virus de origen vegetal que haya provocado alguna enfermedad en humanos o animales (3)

Recomendaciones para potenciar el sistema inmunológico:

-Aumentar la ingesta de alimentos con acción viricida
-Aumentar la ingesta de alimentos con acción anti inflamatoria e inmunomoduladora
-Aumentar la ingesta de alimentos con capacidad antioxidante
-Incrementar el aporte de nutrientes específicos potenciadores del sistema inmunológico
-Fortalecer los reservorios de microbiota intestinal y pulmonar
-Mantener un aporte elevado de fibra
-Reforzar el estatus nutricional de las personas mayores (población de riesgo)

 
-Evitar comer alimentos fritos. Durante la fritura de alimentos a elevadas temperaturas se forma acrilamida, una sustancia cancerígena. Se ha observado en modelos animales su efecto inmunosupresor y alterador del tejido linfoide asociado al intestino (estructura clave en la respuesta del sistema inmunológico) (4)

 
-Evitar comer alimentos procesados. Éstos contienen cantidades elevadas de grasas y azúcares sencillos no saludables que promueven la inflamación. Además los procesados estan cargados de aditivos alimentarios que pueden alterar la flora intestinal (inmunosupresión) y a su vez promover la ganancia de peso , Diabetes Mellitus Tipo 2 y Síndrome Metabólico; tres patologías caracterizadas por inflamación crónica (5)

 
-Minimizar la ingesta de carne y derivados; pueden estar infectados con virus (1,2), pueden promover inflamación (6) y pueden estar cargados de metales pesados con efecto inmunosupresor (7)

 
No hay que olvidar que para mantener fuerte el sistema inmunológico, además de potenciar una dieta basada en alimentos vegetales e integrales, es importante (en la medida de nuestras posibilidades) promover una buena calidad del sueño, seguir un patrón de actividad física regular, mantener los niveles de estrés bajo control y adherirse a una política de higiene segura.

 
BIBLIOGRAFIA

  1. Velebit B, Radin D, Teodorovic V. Transmission of common foodborne viruses by meat products. Procedia Food Sci. 2015;5:304-307
  2. Petrovic T, D’Agostino M. Viral contamination of food. Antimicrobial food packaging. 1st ed. Academic Press;2016
  3. Balique F, Lecoq H, Raoult D, Colson P. Can plant viruses cross the kingdom border and be pathogenic to humans? Viruses. 2015;7:2074-2098
  4. Kumar J, Das S, Teo SL. Dietary acrylamide and the risk of developing cancer. Front Nutr. 2018;5:14
  5. Paula HA, Ausina P, Gomez LS, Leandro JGB, Zancan P, Sola-Penna M. Effects of food additives on inmune cells as contributors oto body weight gain and inmune-mediated metabolic dysregulation. Front Inmunol. 2017;8:1478
  6. Turesky RJ. Mechanistic evidence for red meat and processed meat intake and cancer risk: a follow-up on the International Agency for Research on Cancer Evaluation of 2015. Chimia.2018;72:718-724
  7. Lehmann I, Sack U, Lehmann J. Metal ions affecting the immune system. Met Ions Life Sci. 2011;8:157-85

Nutrición, sistema digestivo e infecciones víricas (Pt.1)

supermercado

Introducción (Pt.1)

Los virus son agentes infecciosos que causan enfermedades. Aprovechan el material genético de las células para multiplicarse. Pueden infectar cualquier órgano o sistema del ser humano. Los virus pueden ser contagiosos o no contagiosos. Dependiendo del sistema afectado, pueden clasificarse en: enfermedades víricas respiratorias, enfermedades víricas gastrointestinales, enfermedad vírica exantemática, enfermedades víricas hepáticas, enfermedades víricas cutáneas, enfermedades víricas hemorrágicas y enfermedades víricas neurológicas.

Las enfermedades víricas respiratorias son contagiosas y se transmiten por las microgotas que se generan al estornudar o toser, si estamos cerca de una persona infectada cuando está tosiendo o estornudando inhalaremos las microgotas y nos infectaremos. Estos virus también pueden transmitirse por la contaminación de superficies de objetos como el pomo de la puerta, mesas y mostradores y también objetos personales. Si tocamos una superficie contaminada y a continuación nos tocamos la boca, ojos o nariz, tenemos una alta probabilidad de infectarnos (1).

La mejor manera de prevenir la infección vírica respiratoria es practicar una buena higiene personal. Se recomienda lavar las manos a menudo, cubrir la boca/nariz cuando vayamos a toser o estornudar e intentar minimizar el contacto con personas que puedan mostrar sintomatología de alguna afección respiratoria. Paralelamente a una buena higiene personal, es necesario tener el sistema inmune activo y fuerte.

El sistema inmune del ser humano está conformado y coordinado por una serie de células especializadas y respuestas sistémicas específicas para mantener a raya cualquier invasor externo. Existen dos tipos de inmunidad, la inmunidad innata y a inmunidad adaptativa. La inmunidad innata es el sistema inmune que ‘traemos de serie’ con nosotros mismos al nacer, el sistema inmune adaptativo lo desarrollamos a lo largo de nuestra vida y sucede cuando nuestro cuerpo es expuesto a microbios o sustancias químicas liberadas por estos microbios. La inmunidad adaptativa está constituida por los linfocitos B y T. Los linfocitos B son los encargados de fabricar anticuerpos contra los invasores y los linfocitos T ‘patrullan’ por el cuerpo en la búsqueda de esos invasores y coordinan la respuesta de la inmunidad adaptativa con la ayuda de los tejidos linfáticos que tenemos repartidos por todo el cuerpo, incluyendo el tejido linfoide asociado al intestino (2,3). El tejido linfoide asociado al intestino tiene una superficie aproximada de 300 m2 y constituye la mayor estructura con tejido linfoide del cuerpo, en comparación con la glándula timo, el bazo o los nódulos linfáticos. Las superficies mucosas del cuerpo humano son especialmente vulnerables a las infecciones por su escaso grosor y elevada permeabilidad y ello es debido a las funciones fisiológicas que desempeñan: pulmones-intrecambio de gases, intestinos-absorción de nutrientes, ojos, nariz, boca y garganta-actividades sensoriales y útero,vagina-sistema reproductivo; dichas estructuras son la vía de entrada al cuerpo humano de los agentes infecciosos. Además de los linfocitos B y T y tejido linfoide asociado al intestino, la microbiota intestinal participa de forma decisiva ofreciendo protección ‘extra’ contra una invasión de microorganismos patógenos y poder así mantener la integridad funcional del intestino (3)

 

BIBLIOGRAFIA

  1. Drexler M. What you need to know about infectious disease. Institute of Medicine. Actualizado 2020 [citado 29 de Marzo de 2020]. Disonible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK209710/
  2. The Inmune System. Johns Hopkins Medicine. Actualizado 2020 [citado 29 de Marzo de 2020]. Disponible en: https://www.hopkinsmedicine.org/health/conditions-and-diseases/the-immune-system
  3. Janeway CA, Travers P, Walport M et al. The Mucosal Inmune System. Inmunobiology: The Inmune System in Health and Disease. 5th ed. New York: Garland Science; 2001