Yoga proviene de la palabra sánscrita ‘Yuj’. Su significado es unidad, que en términos espirituales se equipara a la unión de la consciencia individual con la consciencia universal. En otras palabras, yoga es la unión del ‘cuerpo y mente’ para equilibrar y armonizar las funciones físicas y mentales del cuerpo humano. Esta unión se logra a través de la práctica de posturas físicas (asana), control de la respiración (pranayama) y meditación. La práctica del yoga se ha convertido en un método popular de bienestar físico y mental (1).
Actualmente existen varias revisiones sistemáticas que evidencian el papel de la práctica regular del yoga como elemento protector frente a las enfermedades cardiovasculares en adultos sanos, así como en enfermos de diabetes mellitus o patologías cardiovasculares (2). Mejora la sintomatología asociada con enfermedades crónicas como diabetes mellitus tipo 2, enfermedad cardiovascular, síndrome metabólico y cáncer. Disminuye la inflamación y mejora la función del sistema inmunológico además de reducir la depresión y ansiedad (1,3-5).
Está constatado que sus efectos terapéuticos están fundamentados en el aumento de la estimulación del nervio vago y la disminución de la respuesta del sistema nervioso autónomo simpático frente el estrés (3).
El cuerpo humano está formado por trillones de células que precisan oxígeno para su normal funcionamiento. La respiración yóguica se caracteriza por ser una respiración profunda y lenta que incrementa aún más el intercambio de gases pulmonares, lo que se traduce en un mayor aporte de oxígeno a todos los tejidos corporales. Esta mayor disponibilidad de oxígeno, a nivel local, en los tejidos es muy útil para disminuir los niveles de estrés fisiológico generados por la actividad del día a día (1).
La práctica regular de yoga en comparación con individuos sedentarios aumenta el índice de actividad parasimpática vs simpática traduciéndose en una mejor regulación del sistema nervioso autónomo, menor frecuencia cardiaca en reposo y mayor calidad del sueño (2,6); la regularidad en su práctica también es clave para la protección y mejora de la salud mental (7). Se cree que el yoga impacta de forma positiva en la concentración/enfoque y éste sería el mecanismo que explicaría los numerosos beneficios que ofrece a nivel mental. El grado de concentración podría influenciar la lente a través de la cual experimentamos nuestra realidad (8).
La práctica del yoga está asociada a una disminución considerable de los niveles de ansiedad y depresión en mujeres en estado gestacional además de otros beneficios adicionales asociados a este periodo como son la gestión del dolor, estrés, relaciones humanas, peso del bebé al nacer, unión materno-filial, optimismo y bienestar (9).
El yoga también mejora varios aspectos del funcionamiento físico como la calidad de vida percibida, la marcha, el equilibrio y la fuerza muscular en personas de la tercera edad (5,10). En este sentido, un mejor control del equilibrio en la población geriátrica se traduce en una menor incidencia de caídas por desequilibrios, fracturas, complicaciones y gasto sanitario asociado; el yoga puede suponer una opción muy importante para fortalecer y entrenar el equilibrio (5,11). Las posturas de yoga que utilizan el propio cuerpo como herramienta para el entrenamiento con fuerza podrían tener un impacto positivo en la ralentización de la pérdida de masa ósea inherente a la osteoporosis y osteopenia (11); adaptándolo a las necesidades fisiológicas y/o patológicas de las personas de la tercera edad (12).
Los yogis presentan una menor incidencia de tabaquismo y síntomas depresivos, muestran una baja percepción del estrés y tienen una mayor probabilidad de ser vegetarianos o veganos (2).
La pérdida de peso mejora la actividad física, la auto-imagen y la aceptación, traduciéndose en una mejora del bienestar a nivel emocional y social. También reduce el riesgo de enfermedades crónicas al disminuir los procesos inflamatorios. La adopción de un estilo de vida basado en la práctica de yoga ayuda a la pérdida de peso (13,14) y también a la disminución de la tensión arterial en individuos pre-hipertensos e hipertensos (14).
Referencias
(1) Dwivedi S, Tyagi P. Yoga as a health promotion lifestyle tool. Indian J Med Spec.2016;7:29-34
(2) Satin JR, Linden W, Millman R. Yoga and psychophysiological determinants of cardiovascular health: comparing yoga practitioners, runners, and sedentary individuals. Ann Behav Med. 2014;47:231-241
(3) Ross A, Friedmann E, Bevans M, Thomas S. National survey of yoga practitioners: mental and physical health benefits. Complement Ther Med. 2013;21:313-323
(4) Lin KY, Hu YT, Chang KJ, Lin HF, Tsauo JY. Effects of yoga on psychological health, quality of life, and physical health of patients with cancer: a meta-analysis. Evid Based Complement Alternat Med. 2011;doi:10.1155/2011/659876
(5) Barrows JL, Fleury J. Systematic review of yoga interventions to promote cardiovascular health in older adults. West J Nurs Res. 2015;38:753-781
(6) Ross A, Thomas S. The health benefits of yoga and exercise: a review of comparison studies. J Altern Complement Med.2010;16:3-12
(7) Taspinar B, Aslan UB, Agbuga B, Taspinar F. A comparison of the effects of hatha yoga and resistance exercise on mental health and well-beign in sedentary adults: a pilot study. Complement Ther Med. 2014;22:433-440
(8) Halsall T, Werthner P, Forneris T. Cultivating focus: insights from dedicated yoga practice and the implications for mental health and well-beign. Qualitative research in sport, exercise and health. 2016;8:165-179
(9) Sheffield KM, Woods-Giscombé CL. Efficacy, feasibility, and acceptability of perinatal yoga on women’s mental health and well-beign. A systematic literature review. J Holist Nurs. 2016;34:64-79
(10) Patel N, Newstead A, Ferrer M. The effects of yoga in physical functioning and health related quality of life in older adults: a systematic review and meta-analysis. J Altern Complement Med. 2012;18:1-15
(11) Balk J, Bernardo LM. Using yoga to promote bone health and reduce fracture risk in the geriatric population. Top Geriat Rehabl. 2011;27:116-123
(12) McArthur C, Laprade J, Giangregorio LM. Suggestions for adapting yoga to the needs of older adults with osteoporosis. J Altern Complement Med. 2016;22:223-226
(13) Yadav R, Yadav RK, Pandey RV, Kochar KP. Effect of a short term yoga based lifestyle intervention on health related quality of life in overweight and obese subjects. J Altern Complement Med. 2016;22:443-449
(14) Yadav R, Yadav RK, Pandey RV, Kochar KP. Beneficial effects of a 12-week yoga based lifestyle intervention on cardio-matabolic risk factors and adipokines in subjects with pre-hypertension or hypertension. J Hypertens. 2016;doi:10.1097/01.hjh.0000500572.10167.f4
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