Nutrición, sistema digestivo e infecciones víricas (la importancia de la integridad de la microbiota – Pt.5)

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La importancia de la integridad de la microbiota (Pt.5).

El cuerpo humano está poblado por una comunidad de microorganismos que colectivamente conforman la microbiota. La mayor parte reside en el intestino pero también podemos encontrarla en la boca, piel y tracto urinario (1) así como en los pulmones (2). Existe una relación mutua entre la microbiota y el ser humano; la interacción genera beneficios para ambas partes. La microbiota intestinal tiene un papel crucial en la formación, desarrollo y funcionalidad del sistema inmune humano así como la capacidad de aumentar la digestibilidad y absorción de ciertos nutrientes. La integridad de la microbiota puede determinar el avance o impedimento de una infección vírica. Esta integridad depende de muchos factores como el número y tipo de agentes infecciosos a los que nos exponemos, la dieta que profesamos, presencia de sustancias tóxicas y metales pesados, el uso de antibióticos de amplio espectro, la presencia o no de disbiosis (alteración patológica de la cantidad y función de los microorganismos intestinales), etc (1). Los intestinos estan interconectados con los pulmones a través del sistema linfático mesentérico, ello significa que tanto las bacterias, fragmentos de éstas así como las sustancias beneficiosas que generan pueden cruzar la barrera intestinal y llegar a los pulmones; modulando así la composición e integridad de la microbiota y de la respuesta inmune a nivel pulmonar (2).

Una dieta vegetariana/vegana es rica ,entre otros nutrientes, en fibra dietética. Esta fibra, sólo presente en los vegetales, también se la denomina ‘carbohidratos no digeribles’ porque pueden resistir la digestión y llegar al intestino grueso o colon donde la microbiota residente (probióticos) pueden fermentarlos. El proceso de fermentación permite asegurar su supervivencia a la vez que generan sustancias beneficiosas para los seres humanos. Estas sustancias son las bacteriocinas, los ácidos grasos de cadena corta, aminoácidos microbianos y ciertas vitaminas (K, B1, B2, B3, B5, B8, B9 y B12), además juegan un papel importantísimo en la activación y modulación de la respuesta inmune intestinal. El tipo de fibra dietética influye directamente en la composición de la microbiota intestinal y puede determinar el número y tipo de especies de bacterias presentes. También los polifenoles, otras sustancias de origen vegetal con capacidad antioxidante, antinflamatoria, anticancerígena, etc, pueden ser fermentados por las bacterias intestinales, determinar la composición de su población y participar en la respuesta inmune humana (3). La suplementación con probióticos, con el propósito de reestablecer la integridad de la microbiota, no sólo ofrece beneficios a nivel intestinal o pulmonar sino que también puede  afectar positivamente estructuras u órganos distantes al tracto digestivo como huesos, piel y cerebro (4).

 

BIBLIOGRAFIA

  1. Li N, Ma W-T, Pang M, Fan Q-L, Hua J-L. The comensal microbiota and viral infection: a comprehensive review. Front Immunol. 2019,10:1551
  2. Enaud R, Prevel R, Ciarlo E, Beaufils F, Wieërs G, Guery B et al. The gut-lung axis in health and respiratory disases: a place for inter-organ and inter-kingdom crosstalks. Front Cell Infect Microbiol. 2020;10:9
  3. Sakkas H, Bozidis P, Touzios C, Kolios D, Athanasiou G, Athanasopoulou E et al. Nutritional status and influence of the vegan diet on the gut microbiota and human health. Medicina. 2020;56:88
  4. Kiousi DE, Karapetsas A, Karolidou K, Panayiotidis MI, Pappa A, Galanis A. Probiotics in extraintestinal diseases: current trends and new directions. Nutrients. 2019;11:788